El hospital doctor Moliner envió a mediados del mes pasado una nota de régimen interno en la que urge a sus servicios de guardia a aprovechar lo antes posible las camas de los pacientes fallecidos. En el escrito, la dirección médica envía recomendaciones al jefe de la guardia, entre las que se encuentran la de utilizar 'si fuera necesario' las camas calientes, es decir, las que quedan desocupadas tras dejarlas de usar el paciente que se encontraba en ellas. En la misma recomendación, se añade: 'Las altas de exitus (fallecidos) se ofertarán en cuanto estén disponibles'.
Este centro, situado en Serra, es el único de la red pública dedicado de forma exclusiva a la atención de los enfermos crónicos y paliativos que se encuentra en la provincia de Valencia.
El hecho de que sólo exista un hospital de la Consejería de Sanidad destinado específicamente a estos pacientes en la provincia unido al aumento de demanda de estas atenciones vinculada a la mayor expectativa de vida de la población, provoca que la dirección del hospital opte por tomar medidas como la señalada para rentabilizar al máximo los recursos. El centro tiene 215 camas -15 para cuidados paliativos y el resto para crónicos- y cuenta con un nivel de ocupación del 95,4%, según datos de actividad del año 2000. Por encima de un 85% de actividad se entiende que un centro pierde eficiencia y calidad, debido a la alta ocupación. Los otros dos centros públicos de cuidados paliativos y enfermos crónicos están en San Vicent del Raspeig, en Alicante, donde cuentan con 132 camas, y el hospital la Magdalena de Castellón, con 114 camas.
La nota también recoge otras directrices como la indicación de que el jefe de la guardia dispondrá de la lista de espera de pacientes que le proporcionará el servicio de admisión y la orden de ofertar 'todas las camas del centro' a los hospitales 'con los que normalmente' tienen 'relación'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2001