Luis Carlos Croissier, presidente de la CNMV durante la etapa socialista, calificó ayer de "pulga difícilmente viable" la situación de Gescartera en la inspección de 1995. El diputado del PP Rafael Cámara le dijo que si entonces la CNMV se hubiera quitado de encima esa pulga, ahora no sería un elefante. Croissier le respondió que el problema es que "a partir de 1996 algo sucede porque la pulga se alimenta bien", pues pasó de tener un patrimonio de clientes de 756 millones de pesetas en 1995 al agujero de 18.000 millones detectado recientemente tras la intervención. Puestos a comparar, Croissier dijo que es difícil suponer que el "granujilla" que con 13 años pega una paliza a un gato en el colegio vaya a convertirse en Jack el Destripador.
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Croissier añadió que si en su etapa "hubiera visto una cuenta con el dinero de los clientes a nombre de Gescartera, ahí hubiera acabado la historia", porque habría intervenido automáticamente. A juicio de Croissier, si él se hubiera enfrentado a un informe como el de David Vives, la CNMV habría intervenido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2001