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Ocho palestinos, muertos en el primer aniversario de la Intifada

La Intifada cumple un año mientras permanece atrapada en una encrucijada: consolidar el alto el fuego o seguir el llamamiento de los sectores radicales, que propugnan continuar a ultranza con la revuelta. En medio de esta situación de incertidumbre, cinco palestinos resultaron ayer muertos y decenas heridos en el transcurso de las manifestaciones y concentraciones efectuadas en Cisjordania y Gaza para conmemorar el primer aniversario del estallido de la Intifada de Al Aqsa. Otros tres palestinos de la ciudad de Rafah, en Gaza, murieron al ser alcanzados por los disparos de un tanque israelí cuando intentaban colocar una bomba en la frontera entre Gaza y Egipto.

En un lugar secreto de Tel Aviv se reunieron ayer a primera hora de la mañana los máximos responsables de la seguridad palestina e israelíes, bajo la tutela de un mandatario de los servicios secretos norteamericanos, la CIA. La reunión de las cúpulas de la seguridad, entre los que se encontraba el número uno de los servicios secretos de la Autoridad Palestina, Amin al Hindi, y su homólogo israelí, Avi Ditcher, era el primer fruto de la cumbre Arafat-Peres celebrada el jueves en Gaza, por la presión de Estados Unidos y la mediación de la Unión Europea.

Los resultados de esta reunión de superagentes se empezarán a conocer el domingo, cuando finalice la fiesta religiosa del sabath judío, y se concreten las primeras medidas de apaciguamiento a la que se han comprometido los israelíes; mitigar el asedio de ciudades y los controles de las carreteras. Mientras que los palestinos han prometido dejar de hostigar a las tropas y a los ciudadanos israelíes, sobre los que se ha venido disparando desde las zonas autonómas, y detener a los responsables de los últimos atentados.

Pacificación amenazada

La ofensiva de pacificación impulsada por los Gobiernos palestino e israelí está, sin embargo, amenazada por los sectores radicales de ambos bandos. Desde el sector palestino, todas las organizaciones políticas, desde Al Fatah a Hamás, pasando por Yihad Islámica, se han comprometido en las últimas horas a continuar con la Intifada y no dejarse presionar por los "intereses de EE UU", según una declaración difundida ayer. Desde el lado israelí se cierne una amenaza similar, capitaneada por los partidos ultraortodoxos y radicales de la Unión Nacional, Israel Beituni, Israel Alyah y Shas, que ayer se conjuraban y anunciaban un ultimátum a Ariel Sharon: "O se imponen nuevas medidas de seguridad y sanciones a los palestinos o abandonamos el Gobierno".

Sobre el terreno, con absoluto desprecio del dilema, las fuerzas de seguridad israelíes y la población palestina se enzarzaron ayer en otra jornada de lucha. Las fuerzas palestinas nacionalistas e islamistas habían llamado a una jornada de concentraciones y protestas en todas las ciudades de Cisjordania y Gaza para celebrar el primer aniversario de la Intifada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2001