Me dirijo a ustedes para hacer constar mi protesta por el cierre del centro de Madrid para el tráfico privado el día 22 de septiembre. Al margen de que no hubo publicidad de esta medida, hago constar mi protesta por lo siguiente: vivo en la calle Cobos de Segovia, semiesquina a Pontones, es decir, muy cerca del centro, pero no puedo ir andando porque tengo dos niñas de tres años y 15 meses, respectivamente. La estación de metro de Puerta de Toledo tiene un montón de escaleras y en los autobuses no se puede montar con carrito. ¿Qué medio de transporte público utilizo? ¿El taxi? Entonces no es el Día sin Coches, es el Día del Taxi. Durante muchos años he sido usuaria del transporte público, hasta que la distancia con mi trabajo (que está en el Campo de las Naciones y al que tardo 70 minutos en llegar), y la imposibilidad de moverme con mis hijas en transporte público, me han obligado a utilizar mi coche. Si no hay más facilidades, no tendrá nunca éxito el Día Europeo sin Coches.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2001