El Ayuntamiento de Lakuntza, gobernado por Eusko Alkartasuna (EA), no ha condenado ni rechazado el atentado terrorista de ETA que el pasado viernes destrozó una discoteca con 30 kilos de titadine. Los tres miembros del comando autores del hecho secuestraron a punta de pistola al conserje, un vecino de 64 años, a quien los terroristas amenazaron con la muerte si no colaboraba con ellos.
La alcaldesa de Lakuntza, Socorro Artieda (EA), profesora de una ikastola de Pamplona, reside a escasos cientos de metros de la discoteca Universal, destrozada por la bomba en la madrugada del viernes y, al igual que otros muchos vecinos, vivió en persona el atentado, que provocó el sobresalto en la localidad así como cuantiosos daños materiales en el local.
Artieda declaró estar 'en contra de todo tipo de violencia', pero, no obstante, no convocó pleno municipal alguno tras lo sucedido. En la tarde del pasado viernes, y tras mantener una reunión con los concejales de Batasuna, el Ayuntamiento se limitó a difundir un breve comunicado escrito en el que ni se condenaba ni se rechazaba el atentado de ETA.
El consistorio, con cinco concejales de EA y cuatro de Batasuna, se limitó a expresar su 'solidaridad' con el conserje y a ofrecerle como alojamiento provisional la antigua vivienda del secretario municipal del pueblo, dado que residía en la discoteca. Ni EA ni Batasuna se pronunciaron sobre el atentado de ETA, que ha destrozado una discoteca regentada por cuatro socios alaveses y que muchos vecinos querían cerrar por 'provocar graves molestias', denunciando los hechos ante los tribunales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de septiembre de 2001