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APUNTES

El agua se llevó años de investigación por delante

El agua que cubrió más de 1,50 metros las instalaciones subterráneas de los institutos de investigación que la Universidad de Valencia tiene en Paterna dejó inservibles buena parte de los equipos científicos allí instalados. Pero más que los equipos de rayos láser, las cámaras frigoríficas o las sofisticadas máquinas de inteligencia artificial cubiertas por el agua y el barro, junto a armarios y mobiliario estampados contra el suelo o la pared, la imagen de la desolación era mucho más patente en las caras y movimientos de quienes allí trabajan, mientras se hacían una idea de los daños ocasionados por la inundación y trataban de recuperar lo recuperable.

'Para mí, toda investigación que aquí se hace es igual de importante', puntualiza Aurelio Beltrán, coordinador de los institutos de investigación. 'Pueden diferir los costes y los plazos y, sin duda, lo más llamativo es lo más caro, pero para un biólogo, una muestra destrozada, puede significar años de trabajo'.

Se calcula que los daños materiales pueden suponer unos 1.000 millones de pesetas. Pero no todo puede resolverse con dinero. La colección de entomología del Instituto Cavanilles, con 421.000 ejemplares de insectos catalogados, por ejemplo ha sufrido serios e irreparables daños. Miles de cepas de virus, fruto de años de trabajo experimental, se han perdido y son irremplazables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de octubre de 2001