Soy un estudiante de cuarto curso de Filología en la Universidad Complutense de Madrid. Le escribo para denunciar la concesión de la estación de metro de Ciudad Universitaria a una firma de calzado deportivo como espacio publicitario para la promoción de sus productos. Al ir a realizar mi matrícula, el pasado 24 de septiembre, me encontré con que andenes, escaleras, pasillos y vestíbulo estaban literalmente cubiertos de publicidad de dicha marca. Entre otras cosas, el relieve-mural que decora el acceso a los andenes ha sido tapado con un gigantesco cartel publicitario, y los versos de Jaime Gil de Biedma, que figuraban en uno de los laterales del vestíbulo, han corrido idéntica suerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de octubre de 2001