Las bajas que arrastran la mayoría de los equipos de Primera, 31 debidas a los compromisos internacionales y otras muchas a las lesiones, abren las puertas de la máxima categoría a los jóvenes de los equipos filiales. Son conscientes de que, salvo alguna contingencia, quedarán relegados al banquillo, pero se conforman: ya están cerca de la gran oportunidad por la que suspiran.
El entrenador del Valencia, Rafa Benítez, debe improvisar un lateral zurdo para el partido contra el Celta. Carboni está sancionado y Fabio Aurelio lesionado. Así, ha convocado a Garrido, que ocupa esa posición en el filial. Y, ante el rosario de bajas, también ha incluido en la convocatoria a tres jóvenes más, los centrocampistas Redondo y Jandro y el central Navarro, que ya debutó en la Copa de la UEFA, todos ellos componentes del equipo que marcha en el tercer puesto del Grupo III, de la Segunda B.
El Madrid visita Las Palmas con el lateral Raúl Bravo y el centrocampista Borja Fernández, ambos del equipo B, segundo también en ese grupo de la Segunda B.
El Barcelona, en su partido contra el Mallorca, contará con Motta, centrocampista zurdo, y Oleguer, un central, ambos componentes del líder del Grupo II de la Segunda B.
El técnico del equipo balear, Bernd Krauss ha recurrido al portero Cifuentes y a los centrocampistas Riera y Robles. El Espanyol visita Valladolid con Bruno Saltor, que ya debutó el sábado en Primera, y el central David Catalá, de 21 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de octubre de 2001