La alameda de Rekalde, de Bilbao, volverá a ser una única calle. Un bloque de viviendas la divide en dos tramos desde hace más de un siglo. Varios bloques de pisos (los cubiertos por un mural que muestra la vista del resto de la calle que ahora tapan) serán derribados estas Navidades. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, aseguró ayer en un acto celebrado ante los edificios que desaparecerán que quiere 'que el centro se una con la periferia y la periferia con el centro'. Los vecinos han sido realojados en otros pisos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de octubre de 2001