La realidad contemporánea mantiene importantes bolsas de marginación cuyas víctimas más inocentes son los niños. Existen también nuevos problemas y peligros que se ceban con los más débiles, tales como las adicciones a las drogas, los accidentes de tráfico y los trastornos provocados por una alimentación deficiente. Esta situación impone desafíos a los profesionales de la medicina. De ahí la necesidad de congresos como el que se inicia hoy en Sevilla.
Más de 300 participantes se reunirán, a partir de hoy en Sevilla, en la celebración del IV Congreso Nacional y XIII Jornadas Nacionales de la Enfermería de la Infancia, que organiza la Asociación Española de Enfermería de la Infancia en colaboración con la Universidad de Sevilla.
Según manifestó la presidenta del comité organizador, Inmaculada Cruz, el principal objetivo del encuentro es 'adaptar los conocimientos de los profesionales a las nuevas demandas asistenciales que presentan el niño y su entorno familiar'.
De hecho, entre los aspectos que se analizarán en el congreso destacan los riesgos sociales en la infancia (maltrato, inmigración infantil o cuidados en niños con carencia afectiva) y en la adolescencia (trastornos de la alimentación, adicción, menores delincuentes y accidentes de tráfico).
Asimismo, el programa científico incluye el intercambio de experiencias en aspectos como los problemas de crecimiento en niños con enfermedad oncológica, renal, alteraciones gastroenterológicas o patologías crónicas.
En un cuarto bloque de análisis, el congreso ofrecerá un marco de reflexión sobre la enfermería infantil en el medio extrahospitalario y sus principales problemas en emergencias infantiles o promoción de la salud.
Según explicó la presidenta del comité organizador del congreso, los profesionales participantes en el evento tendrán la oportunidad de 'descubrir las nuevas tareas de las que se ocuparán los profesionales dedicados a la infancia, tales como la atención a los problemas de alcohol, drogas o asistencia a niños desprotegidos'.
Finalmente, la presidenta del comité organizador insistió en la necesidad de ofrecer un 'enfoque multidisciplinar' en la formación básica del enfermero para atender a los retos futuros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001