¿Qué es lo que pretende Nike con su nueva campaña? Desde luego, lo que su responsable de marketing no tiene en mente es la diversidad de gente que cada día tiene que soportar su estridente campaña rosa fucsia en la parada de metro de Colón. Pero lo peor no es el color, lo que deprime de esta promoción comercial son los cartelitos que han colocado sin mucha sutileza ante el ascensor y las escaleras automáticas. Debiluchas o gogirlgo con unas manos empujándote a rechazar el ascensor son dos de las fantásticas ideas con las que minusválidas y demás mujeres (ya que sólo va dirigida al sexo femenino) han de encontrarse cada vez que salen del metro. Pienso que esta campaña publicitaria escandalosa por su dimensión, es además discriminadora y la Generalitat debería retirarla de un servicio público, que es eso, público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001