Mucho se había hablado antes del partido sobre si Gregorio Manzano sacaría a los tres jugadores a los que apuntaba Andoni Goikoetxea como principales, si no únicos, artífices de su despido. Les sacó. A los tres. Lopetegui, Hernández y Luis Cembranos salieron en el primer equipo titular del nuevo técnico, un gesto que la escasa afición que hasta Vallecas se acercó agradeció, quizá porque esos tres futbolistas forman parte de su nómina de favoritos. Con especial mención para Lopetegui. La grada rayista aplaudió con fuerza en cuanto la megafonía anunció su nombre. El guardameta respondió a los aplausos y saludó efusivamente a un público, el de Vallecas, que jamás ocultó su predilección por él.
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Once segundos después de aquellas ostentosas muestras de cariño, Lopetegui ya estaba recogiendo el balón de la red. Fue sacar de centro Osasuna, llegarle el balón a Armentano y producirse el gol que impedía al Rayo escaparse del pozo de la clasificación. Pero nadie lo pagó con Lopetegui. Ni con Hernández, sustituido en el descanso. Ni con Cembranos. El recuerdo de Goicoetxea no sobrevoló Vallecas.
El nuevo ocupante del banquillo, Manzano, encajó a disgusto las preguntas inquisitivas tras el partido. ¿Siguió alguna recomendación para elegir los titulares? "Yo no he seguido ninguna recomendación", negó; "nadie ha jugado por recomendación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001