Las bolsas europeas tuvieron problemas para interpretar y valorar la última rebaja de los tipos de interés en Estados Unidos. Por una parte, es evidente que muy mal tienen que andar las cosas para que haga falta abaratar aun más el precio del dinero, pero por otra está el apoyo moral de saber que se va a hacer todo lo que haga falta para salir del bache.
Si en Europa los inversores no supieron a qué atenerse, en Estados Unidos optaron por la segunda lectura y sus mercados subían con fuerza a media sesión. Esa orientación estaba directamente relacionada con el índice de gestores de compras no manufacturero para el mes de septiembre, que ofreció un inesperado avance, 50,2 puntos frente a 45,5 del mes anterior, que contrastaban con la urgencia que la Reserva Federal está imponiendo a sus actuaciones.
El comportamiento del mercado de valores español estuvo a caballo entre la retirada de beneficios y la retirada, sin más, imponiéndose esta última opción en los minutos finales de la jornada, en la que los grandes valores fueron objeto de una abundante oferta.
Entre los inversores europeos había cierta preocupación por el desarrollo de los acontecimientos en el sector aéreo, con poco peso en los índices bursátiles, pero en este momento convertido en un indicador clave de la actividad económica.
Las estimaciones de la UE sobre elc recimiento para este año, ya muy por debajo del 2%, pusieron un punto más de dramatismo en el panorama de los mercados de valores de cara a los próximos meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001