El vicepresidente segundo y ministro de Economía advirtió ayer de la gravedad de la actual crisis mundial, y del peligro de que puede ir acompañada de deflación, es decir, bajadas de precios generalizadas por fuertes caídas de la demanda.
Rato, en una charla informal con un grupo de periodistas en el patio del Congreso de los Diputados, preguntado por el riesgo de descontrol alcista de los precios, evocó el peligro del fenómeno contrario y el más temido por los economistas: la deflación. No en vano, la peor recesión económica reciente, la crisis de 1929, estuvo acompañada de un desplome de los precios. Y la más reciente crisis japonesa también se ha visto aquejada por ese problema.
El ministro de Economía admitió por primera vez que las principales economías -EE UU y Alemania- atraviesan una situación de "crecimiento cero", que no es previsible superen hasta el próximo año. Subrayó que estas dos son las locomotoras de la economía mundial toda vez que Japón lleva años sin levantar cabeza.
Adelantó que la crisis económica mundial irrumpirá en España por el sector exterior, es decir, por una caída de las exportaciones, que empezará a notarse en las cifras de agosto. Pronosticó mayores bajadas de tipos de interés por parte de los dos grandes bancos centrales: la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo. Y advirtió de que la bajada de tipos, por mucho que se acentúe, no es suficiente por sí sola, para reactivar la economía.
Como elemento positivo, dijo que ayudará a la reactivación una apreciable bajada de los precios de la materias primas, sobre todo del petróleo. Como buen precio del crudo apostó por los 20 dólares.
Menos grave para España
Rato matizó que la crisis será menos grave en España que en las grandes economías, pero no quiso descartar que afectarán al empleo. Respecto a la posibilidad de que se adopten medidas keynesianas, es decir, de impulso de la demanda por la vía de incrementar el gasto público, Rato dijo que ése será uno de los debates de los próximos meses.
Por su parte, el comisario europeo de Economía y Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, afirmó ante el pleno del Parlamento Europeo que el crecimiento de la UE estará este año claramente por debajo del 2%, aunque afirmó que se espera una recuperación de la demanda interna en los próximos meses.
En la misma línea se pronunció el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, quien aseguró que el crecimiento en la zona euro "probablemente" se situará por debajo del 2% en 2001 y 2002.
No obstante, para Welteke la economía europea está, por lo general, en una buena situación y los datos fundamentales de algunos países incluso, "permiten ser optimista".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001