El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, nombró ayer a un nuevo enviado especial en Afganistán, el ex ministro de Asuntos Exteriores argelino Lakhdar Brahimi, ante la grave situación humanitaria que atraviesa el país. Brahimi estará por encima del español Francesc Vendrell, que seguirá cumpliendo, al menos en teoría, sus funciones de representante personal de Annan.
Brahimi ya ocupó este mismo puesto entre 1997 y 1999 pero sus actividades fueron entonces "congeladas" dado el total estancamiento de la situación política en este país. En una carta al Consejo de Seguridad, Annan explicó que su enviado especial tendrá "completa autoridad" sobre los esfuerzos humanitarios y políticos de la ONU en Afganistán e "iniciará el desarrollo de un plan de reconstrucción". "Estoy completamente convencido de que ha llegado el momento de que [Brahimi] reanude sus funciones", aseguró Annan.
Las competencias de Brahimi también incluirán las operaciones de paz y la intermediación entre las partes en conflicto "para facilitar la creación de un gobierno plenamente representativo y multiétnico". El nuevo enviado especial "iniciará los preparativos para la fase de transición y rehabilitación del país" y "supervisará el acceso humanitario a las poblaciones necesitadas".
El funcionario argelino trabajará "en estrecha relación" con el representante de Annan, Francesc Vendrell, y el recién nombrado Coordinador para la Crisis Humanitaria, Michael Sackett. Esto supone que Brahimi sustituirá de hecho a Vendrell como la cabeza visible de la ONU en Afganistán.
Fuentes diplomáticas aseguraron ayer que en las últimas semanas el español hirió las susceptibilidades étnicas entre los miembros de la Alianza del Norte, la oposición antitalibán, con algunas de sus recientes declaraciones.
Hace una semana, el portavoz de Naciones Unidas, Fred Eckhard, tuvo que "matizar" declaraciones que Vendrell había realizado en lslamabad (Pakistán) en las que aseguraba que habría sitio para los talibán en un futuro Gobierno afgano tras la eventual represalia por los atentados contra Estados Unidos.
Brahimi ha desempeñado el papel de enviado especial en Haití, Suráfrica, Zaire (actual República Democrática del Congo) y Yemen. Su último trabajo fue la elaboración de un informe especialmente crítico sobre las operaciones de mantenimiento de la paz y que ha motivado una serie de reformas en Naciones Unidas. También fue ministro de Asuntos Exteriores de Argelia de 1991 a 1993 y trabaja desde 1997 como enviado especial del Secretario General.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001