El lunes noche el segundo canal de ETB echó -no emitió- un espanto que revela la ruindad y torpeza que ciertos formatos pueden alcanzar en manos de meros comerciantes. El programa de El factor humano referido a la Margen Izquierda fue un estomagante desperdicio de tiempo y recursos que se ciscó, con desdén miope, en dramas y dolores muy ciertos.
Fue un reportaje deformante, falto de rigor y trabajo, repleto de lugares comunes, que contribuyó a propalar una imagen sesgada, trasnochada y falsa, que se quedó en lo ridículamente epidérmico, en el batiburrillo más garrafal, en los compases del Soy minero y de la rumba, y en una selección de testimonios en los que menudeó la endeblez y la voz única: al parecer, sólo jubilada y proveniente de la emigración. Ni activos, ni jóvenes, ni abertzales.Todo para tener que llegar a oír, paroxismo de lo pintoresco, cómo un pobre vejete, ex de un almacén de frutas, culpaba a los trabajadores, 'que son todos unos vagos', del cierre de AHV. Enorme conclusión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2001