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Las placas solares se multiplican por cuatro en Barcelona en un año

Una exposición muestra cómo reducir energía

Desde que julio de 2000 entró en vigor la normativa municipal que obliga a dotar de energía solar a los edificios de nueva construcción, se han instalado en Barcelona 5.500 metros cuadrados de placas solares, casi cuatro veces más de los 1.500 que había. En una ciudad soleada como Barcelona, las placas pueden llegar a proporcionar más del 60% de la energía que consume una familia de tres miembros.

La responsable de Sostenibilidad y Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, presentó ayer la exposición permanente en el centro de recursos Barcelona Sostenible, en el barrio de Gràcia, donde se muestran diversas formas de ahorrar energía y preservar el medio ambiente. Barcelona necesita casi 500 veces su superficie para producir los recursos que precisa y asimilar los residuos que genera. Mayol opina que la ciudadanía se muestra receptiva a los consejos que tienden a una vida más respetuosa con el medio ambiente. Según una encuesta realizada en octubre de 2000, el 73% de los barceloneses estaban interesados y reclamaban la información adecuada para actuar en este sentido.

Mayol considera, sin embargo, que todavía hay muchas resistencias que vencer en todo lo relativo a la sostenibilidad, que requiere la colaboración y la complicidad de la ciudadanía. La teniente de alcalde recordó que la normativa que regula la instalación de placas solares estuvo bloqueada un año a la espera de consensuarla con los promotores y otros colectivos afectados.

En la exposición inaugurada ayer en Gràcia hay numerosos ejemplos de conducta ecológica, desde cómo gastar la mitad de agua para ducharse con sólo colocar en el aspersor un sistema aireador que distribuye el caudal y permite reducir el consumo de agua manteniendo el mismo confort, hasta la instalación en las viviendas de nueva construcción de un depósito en la planta baja para recoger las aguas grises, es decir, las ya utilizadas, tales como las de la ducha o el baño, y reducir así hasta el 49% el consumo mediante su reutilización para determinados usos una vez depuradas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de octubre de 2001