La recordarán como la replicante Zhora de Blade Runner (1982), o los menos aficionados al cine de ciencia ficción tal vez la tengan más presente por su papel de reportera de guerra en Bajo el fuego (1983), pero Joanna Cassidy (Camden, Nueva Jersey, 1944) tiene en su haber una larga carrera cinematográfica, en la que figuran, junto a títulos que han hecho historia, otros de serie B y mucha televisión. La actriz norteamericana estuvo ayer en Sitges para presentar uno de sus últimos trabajos, Fantasmas de Marte, dirigida por John Carpenter, filme que inauguró el certamen catalán y en el que encarna a una científica destinada en Marte.
Cassidy, que compareció ante la prensa con un atuendo que no desmerecía al de su personaje de humanoide en la cinta de Ridley Scott -una ajustada chaqueta tres cuartos de piel negra y una maxifalda marrón, que acentuaba su considerable altura-, no escatimó alabanzas hacia el cine que se hace en Europa, donde, subrayó, 'los papeles para mujeres son más profundos, más maduros'. Aseguró que le gustaría trabajar en el cine europeo y, en particular, con el director español Pedro Almodóvar, al que dedicó un piropo de gran calibre. 'Ojalá', dijo, 'hubiera en Estados Unidos directores como él'.
En cuanto a su papel en Fantasmas de Marte, Cassidy señaló que lo había aceptado porque le ilusionaba participar en otra película de ciencia ficción bastantes años después de rodar Blade Runner y hacerlo ahora a las órdenes de John Carpenter. Del resultado final de la producción prefirió no opinar. Se limitó a comentar muy amablemente que 'Fantasmas de Marte tiene un sabor Carpenter'. Sí enjuició, en cambio, el cine que se hace actualmente en Estados Unidos, del que lamentó su falta de compromiso social. 'En Hollywood tal vez piensen que los jóvenes no están suficientemente preparados o no son lo bastante inteligentes como para pensar', aventuró Cassidy.
Cuando le preguntaron por las películas que prefiere de entre las de su filmografía, no lo dudó: Blade Runner y Bajo el fuego. La primera, especificó, por el esfuerzo que le supuso su trabajo -'Ridley Scott me exigió más allá de lo que yo jamás podía imaginar'-, y la que protagonizó junto a Nick Nolte, porque 'conmovió a mucha gente'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de octubre de 2001