En la gran megalópoli de São Paulo, en Brasil, que cuenta con los mejores restaurantes de América del Sur, uno de ellos ha descubierto que a sus comensales les gusta también 'comer con los ojos'. La idea fue del artista plástico Ivald Granato, que ha convencido al restaurante Panino Giusto para que monte una exposición de los desnudos del italiano Vincenzo Scarpellini, que fue quien hizo el proyecto gráfico del diario Folha de São Paulo. La muestra se titula Los pecados de gula, y tendrá una novedad: junto con ella se exhibirá desnuda la modelo de los dibujos. 'Comida, erotismo y ciudad son elementos muy próximos, todos ellos producen sensaciones físicas fuertes. Y eso es lo que he pretendido con la muestra', dice Scarpellini. O sea, que el restaurante se ha convertido en una galería de arte, con catálogo y todo, donde sus frecuentadores van a poder comer no sólo con las manos, sino también con los ojos. Y tiene una ventaja: no necesitan sus jefes de cocina ingeniárselas para preparar platos afrodisiacos. Todo allí incita al placer corporal completo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de octubre de 2001