El Ministerio de Trabajo ofrece todos los años ayudas sociales a empresarios que contraten a mujeres en sectores en los que éstas se encuentran infrarrepresentadas. Sin embargo, al Parlamento no le importa que las mujeres estén subrepresentadas en los órganos constitucionales. Acaba de cerrarse el pacto entre PP y PSOE para la cobertura de las altas instituciones. De treinta y seis cargos disponibles sólo cuatro han sido propuestos a mujeres. Es una desproporción relevante teniendo en cuenta que en la carrera judicial son muchas las mujeres que cada año aprueban las oposiciones y lo mismo sucede en los cuerpos superiores de la Administración, en las profesiones liberales, etcétera. Es decir, en lo que se refiere a la igualdad de trato parece que no sólo no se avanza, sino que se retrocede. No se renuevan los contratos laborales a las mujeres que se quedan embarazadas, cada vez es mayor el número de maltratadas y se las relega en importantes repartos. El siglo XXI no parece ser buena época para la
para la igualdad de sexos. A ver si el próximo es más igualitario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de octubre de 2001