El curso musical madrileño comienza con actividades tan atractivas e importantes como el concierto conmemorativo del 10º aniversario de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, un empeño largamento acariciado por Paloma O'Shea que se hizo realidad en 1991. Entre los primeros profesores del centro, todos ellos figuras internacionales, estaban el pianista Dimitri Bashkirov y el violinista Zakhar Bron, concertistas y docentes de primera línea.
Con la Orquesta Nacional, dirigida por Antoni Ros Marbá, protagonizaron un concierto académico que tras las muy bellas fanfarrias de Manuel de Falla y de Maurice Ravel nos depararon magníficas versiones de dos conciertos de Beethoven: el Nº 1 para piano y orquesta y el En Re mayor, para violín y orquesta, para concluir brillantemente con la Obertura académica, de Brahms. La calidad sonora y el pensamiento musical de los dos virtuosos de la escuela rusa quedaron patentes y contrastados a través de los dos mensajes beethovenianos, auténticas lecciones de quienes desde hace una década forman en sus aulas madrileñas un gran número de intérpretes de excelencia. El éxito acompañó a todos, organizadores e intérpretes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de octubre de 2001