El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en el tercer trimestre del año en el País Vasco en -2. Este índice no había caído hasta niveles negativos desde hacía cuatro años. Según el informe Coyuntura Económica del Consumidor de la Federación de Cajas Vasco-navarras, en esta bajada ha influido de forma determinante los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Estados Unidos. Este estudio asegura que la incidencia de estos sucesos es 'palpable'. Por provincias, hay más pesimismo entre los consumidores alaveses y más optimismo en los vizcaínos.
De los cinco elementos que componen el Índice de Confianza del Consumidor, el valor más negativo lo registra el momento de compra (-8) para la adquisición de bienes de consumo duradero. La previsión de adquisición de vivienda habitual se reduce tras haber alcanzado en la primera mitad de 2001 los valores más altos de la última década. También disminuye la previsión de compra de coche, aunque se mantiene en niveles positivos.
Los electrodomésticos y arreglos en el hogar persisten en los niveles negativos de trimestres anteriores. Los consumidores también reducen sus expectativas de compra de aparatos electrónicos (ordenadores, vídeos digitales, etcétera) y se mantiene únicamente la intención de compra los de telefonía móvil.
El estudio constata que los consumidores perciben que la situación económica familiar evoluciona de manera negativa, al tiempo que prevén que vaya a aumentar la inflación y el número de desempleados. 'Desde 1996', indica el informe en relación al desempleo, 'no se observaba una opinión tan mayoritaria en tal sentido, en consonancia con el deterioro de la confianza sobre el comportamiento futuro de la economía'. El empeoramiento de las expectativas económicas y familiares ha favorecido una recuperación de la valoración social del ahorro por parte de los consumidores vascos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de octubre de 2001