Leo que la presentación de un musical en el campanario de la catedral de Barcelona ha producido gran alarma. Y es que la gente anda muy angustiada, evitando edificios altos, temiendo ataques químicos o bacteriológicos. ¡Tranquilos, que esto no es EE UU ni Afganistán! Aprendamos a vivir sin agobios y miedos innecesarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de octubre de 2001