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En manos de la Administración

La actuación de las administraciones, tanto autonómica como municipal, puede ser crucial en la apertura de los centros comerciales proyectados para Castellón. La Generalitat ha de otorgar la licencia comercial que, en teoría, se concede por estricto orden de llegada de la solicitud. Parece claro que el que primero abra sus puertas es el que llevará 'la voz cantante'. Las decisiones que ha de adoptar el gobierno municipal son mayores. Las licencias de obra pueden demorarse hasta puntos insospechados. Además, hasta el momento, las acciones tomadas por el equipo de gobierno municipal, del PP, han sido bastante significativas. En el caso del centro que promueve Promodeico, la ordenanza para la urbanización del terreno había sido impugnada por sus más directos competidores, el grupo formado por Riofisa, Bancaja y Ábaco. Dos días después de que los responsables de Riofisa visitaran la capital de La Plana para dar a conocer su proyecto, el PP aprobó, en una comisión extraordinaria y, posteriormente, en el despacho extraordinario del pleno municipal, la aprobación de la corrección de esta ordenanza, que durante semanas había quedado estancada.

Otra de las decisiones concierne al área que surgirá entorno a El Corte Inglés. Según el colectivo de pequeños comerciantes, agrupados bajo el nombre de Edificio Singular, el propio alcalde, José Luis Gimeno, les alentó a presentar una propuesta alternativa al urbanizador oficial, una empresa del grupo de Luis Batalla. Sin embargo, el equipo de gobierno encontró una argucia legal para eliminar la competencia que pudiera encontrar Batalla y, por consiguiente, eliminó a los pequeños comerciantes de la posibilidad de ubicarse junto al gran centro comercial de El Corte Inglés. Esta estrategia no gustó nada al pequeño comercio castellonense que, además de presentar alegaciones contra la decisión del PP, ha iniciado una campaña contra el Ayuntamiento.

Mientras la guerra se centra entre los grandes promotores y la Administración, el grupo municipal socialista ha salido en defensa del pequeño comercio con un decálogo con el que pretende que, al menos, el actual centro de la ciudad sufra una reordenación que desprenda algún atractivo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de octubre de 2001