El presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, expresó ayer por la tarde el deseo de que 'gentes inocentes no sean golpeadas' durante la operación militar contra Afganistán. Este deseo fue formulado durante una conversación telefónica mantenida con el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, quién le llamó para informarle de la inminencia del ataque, según indicó un portavoz de la presidencia de Turquía.
'Deseamos que Estados Unidos actúe con sentido común y que las gentes inocentes no tengan que padecer', subrayó un comunicado de la presidencia. Turquía, prosigue el texto, 'respalda los esfuerzos de EE UU para luchar contra el terrorismo a nivel internacional'. El comunicado concluye resaltando que Sezer manifestó su confianza en el 'éxito' de la operación.
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, convocó, por su parte, ayer una reunión de crisis de su Gobierno poco después del anuncio de los ataques aéreos, según informó la agencia de prensa Anatolia.
Turquía, aliado fiel de Washington y único país musulmán de la OTAN, se declaró dispuesto a poner a disposición de EE UU su espacio aéreo y sus bases así como a intercambiar información sobre el paradero de Osama Bin Laden y las actividades de su organización.
Televisión iraní
La televisión pública iraní interrumpió ayer por la noche su programación habitual para dar cuenta del ataque, que calificó de 'ciego'. Justo después del inicio de la operación la televisión dio cuenta minuto a minuto de la información que llegaba a sus estudios, algo hasta ahora nada habitual en Irán. La iniciativa de la cadena estatal contrasta con la ausencia de reacción de las autoridades de Teherán.
El Gobierno iraní apoya a la milicia suní integrista que se opone al régimen de los taliban, pero se ha negado a sumarse a la coalición antiterrorista dirigida por EE UU tras los atentados del 11 de septiembre. Teherán consideraba que la respuesta a aquellos atentados debía llevarse a cabo al amparo de Naciones Unidas.
El silencio de Teherán era compartido anoche por los gobiernos de la casi totalidad de países árabes, desde el golfo Pérsico hasta el Magreb, que no hicieron comentario alguno sobre el ataque.
En cambio, en numerosas ciudades del mundo árabe, como El Cairo, Yeda o Damasco, la población se concentró por la noche ante los televisores para seguir los informativos. Los ciudadanos equipados con antelas parabólicas sintonizaban ante todo la cadena Al Yasira, de Qatar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de octubre de 2001