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OPINIÓN DEL LECTOR

Marihuana en Triana

Recientemente, diarios de la ciudad publicaban la noticia de la aprehensión en Triana de seis plantas de marihuana en el transcurso de una operación policial. Desearía puntualizar lo siguiente para llamar las cosas por su nombre.

1º. Nadie debe ser acusado de un delito contra la salud pública sólo por cultivos de marihuana para su consumo, siendo mayor de edad, con una profesión y responsabilidad reconocidas.

Sin embargo, soportamos estoicamente las magníficas botellonas que todos los fines de semana se organizan a lo largo del río. ¿Sabían que cuanta más marihuana se fuma, más se repudia el alcohol? La alternativa lúdica sin alcohol existe.

2º. Tener seis macetas sólo visibles hacia la comunidad de vecinos, aunque sean de marihuana, no representan 'daños inminentes y graves a las personas y a las cosas' contemplado en el Art.21.3 de la L.O.1/92 de Seguridad Ciudadana, y ésta sola sería la causa legítima suficiente para la entrada en domicilio sin orden judicial.

Por tanto, la actuación policial en esta denuncia no se ha ceñido al Ordenamiento Jurídico, penetrando en el recinto de la comunidad privada, puesto que las plantas no eran visibles desde la vía publica. Quizá hubiera sido más correcta la advertencia por parte del presidente de la comunidad hacia el alegre cultivador.

3º. Por último, como aficionado a la etnobotánica, pienso que la marihuana nos aporta enormes beneficios, tiene una historia llena de ilustres elogios. La negatividad que sobre ella han vertido es algo que ha ocurrido en pleno siglo XX motivado por los inconfesables intereses económicos para prohibir su cultivo y su consumo.

Y que toda una policía científica afirme que esta pareja ha conseguido 5,199 kilogramos de marihuana en las seis plantas, eso, rotundamente digo, es mentira, a no ser que hayan pesado junto a los cogollos, el tronco, ramas, hojas, raíces, tierra y hasta la misma maceta.

De ser así pronto añadirán tierra de cultivo al 'costo apaleo'. Amigos, las cosas hay que llamarlas por su verdadero nombre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de octubre de 2001