El centro Kursaal, inaugurado en agosto de 1999, cerrará el presente ejercicio con un pequeño superávit pese a las previsiones iniciales, que apuntaban a un déficit de unos 200 millones de pesetas en sus primeros años de actividad. Estas son, al menos, las estimaciones del gerente del complejo, José Miguel Ayerza y el vicepresidente de la entidad y alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, una vez estudiados los resultados de los ocho primeros meses de 2001.
El Kursaal, que recibió ayer el certificado de calidad ISO 9001:2000, gestionó un presupuesto de gastos de 747 millones de pesetas y acogió hasta el 31 de agosto 154 eventos -un 7,7% más que el año anterior-, en su mayoría culturales y en menor medida ferias, jornadas o convenciones. Pero Ayerza justificó este segundo plano de la actividad congresual por su carácter 'estacional'. Buena parte de este tipo de eventos, dijo, 'se concentran en octubre y noviembre'.
En todo caso, los cubos de Moneo, que dispondrán de 35 millones más de presupuesto el próximo año, registraron un grado de ocupación del 78% -frente al 72% de 2000- y acogieron a un total de 178.062 personas, es decir 24.343 más. Porque a la oferta de ejercicios anteriores se ha sumado la programación cultural de Fundación Kursaal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de octubre de 2001