La Sala Primera del Tribunal Supremo ha condenado a la empresa sevillana de detergentes Persan a pagar 12 millones de pesetas a cuatro antiguas empleadas que enfermaron de silicosis, una dolencia pulmonar crónica, al inhalar humos tóxicos mientras embasaban jabón en la empresa. La sentencia del Supremo reconoce que las cuatro mujeres trabajaban 'en un ambiente contaminado' y que la empresa conocía estas condiciones de trabajo, pero 'no adoptó las medidas conducentes a la descontaminación de ese ambiente, u otras, que neutralizasen ese efecto'.
Las cuatro ex empleadas trabajaron en Persan de 1966 a 1971, pero las enfermedades no empezaron a manifestarse hasta 1981, y no se les diagnosticaron hasta 1988. La causa, según la sentencia, es 'la exposición en la vida laboral al polvo de sílice'.
Según la sentencia, la silicosis es una 'enfermedad de carácter progresivo' y no puede preverse su evolución. En 1992, cuando ya los síntomas de la enfermedad eran crónicos, las cuatro mujeres decidieron interponer una demanda contra Persan. Un sentencia de abril de 1996 condena a la empresa a indemnizar a cada una de las ex empleadas con 16 millones de pesetas, cantidad que después rebajó la Audiencia Provincial hasta los 12 millones, que han sido ahora ratificados por el Supremo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2001