Poco antes del mediodía de hoy, la Academia Sueca dará a conocer el nombre del escritor honrado con el Premio Nobel de Literatura correspondiente a este año, en su edición número 100.
Nunca como esta vez ha sido tan palpable una de las grandes interrogantes que acompañan a este premio, la que alude a las eventuales influencias políticas. Las especulaciones previas a la divulgación del nombre del laureado apuntan con más certeza a los candidatos que no lo van a recibir. Se supone que la venerable institución de Los 18, actualmente reducida a 15 miembros por la deserción de tres de ellos ante la negativa de aquélla a solidarizarse con Salman Rushdie, procurará hacer la elección más neutral de su historia. Esto supone que precisamente Rushdie estaría absolutamente descartado en esta oportunidad. Otro tanto ocurriría, de acuerdo con estas especulaciones, con Mario Vargas Llosa. Quedan otros nombres que se reiteran cada año, como Carlos Fuentes, Doris Lessing, Antònio Lobo Antunes, Milan Kundera o Hugo Claus. Y también otra hipótesis, la de que la Academia de un país tan devoto de Estados Unidos resolviera sumarse a la solidaridad con éstos premiando, merecidamente por otra parte, a alguno de sus escritores, como Joyce Carol Oates o Norman Mailer.
Entre los candidatos también están el sueco Tomas Tranströmer y Astrid Lindgren. Y ayer, en la Feria de Francfort, sonaban J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) y V. S. Naipaul (Trinidad, 1932), informa Rosa Mora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2001