Varios dirigentes talibán, entre ellos dos familiares del máximo dirigente de Afganistán, mulá Mohamed Omar, podrían haber muerto el pasado domingo a causa de los bombardeos efectuados por EE UU y el Reino Unido. Eso afirmó ayer una fuente oficial estadounidense citada por la cadena de televisión CNN y por la agencia France Presse. La fuente, no identificada, no ofreció detalles sobre la identidad de los fallecidos. En total, el número de muertos se acerca a los 80.
Según CNN, el informante anónimo había recibido noticias "altamente creíbles" desde el interior de Afganistán que daban por seguras las muertes de varios miembros de la élite talibán. Las noticias procedían, supuestamente, de la incipiente red de espionaje que la CIA está creando en el país.
El mulá Mohamed Omar ha sido desde el principio uno de los objetivos de los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos y Gran Bretaña. Su residencia en Kandahar, al sur del país, ha sufrido varios impactos de bomba. Omar, sin embargo, permanece oculto desde el inicio de los bombardeos y sigue vivo. Ayer efectuó una alocución radiofónica, desde un lugar desconocido, en la que pidió a los musulmanes de todo el mundo que auxiliaran a Afganistán. Los portavoces talibán no han reconocido la muerte de ninguno de sus dirigentes. El régimen talibán anunció ayer que los bombardeos de Estados Unidos y del Reino Unido han provocado cerca de 80 muertos y cientos de heridos, todos ellos civiles, según difundió la agencia AIP, cercana al régimen de Kabul.
Campos de entrenamiento
Kandahar, la capital espiritual de los talibán, donde siempre ha residido el mulá Mohamed, Omar, ha pagado el mayor tributo en víctimas mortales, con 28 muertos. Los bombardeos occidentales alcanzaron el aeropuerto y campos de entrenamiento terroristas.
Un total de 25 personas habrían muerto en Kabul, que ha sufrido los bombardeos más intensos, localizados sobre todo en las zonas de la aeropuerto, del Ministerio de Defensa y también en campos de entrenamiento, situados en el oeste de la ciudad.
En el norte, en la ciudad de Mazar-i-Sharif -la última gran urbe del país que tomaron los talibán, cerca de la que todavía se encuentran tropas de la Alianza del Norte- se habrían producido ocho muertos, siempre según las informaciones facilitadas por los talibán, que no han sido confirmadas por ninguna fuente independiente.
En la provincia de Farah, en el oeste del país, donde el aeropuerto de Shindand ha sido alcanzado en repetidas ocasiones por los bombardeos que se desarrollan de día y de noche, el número de muertos ascendería a siete. La agencia AIP también señala que se han producido dos muertos en Herat, una ciudad del oeste.
Los talibán señalaron que no disponen todavía de estimaciones del número de víctimas civiles en otras regiones del país también alcanzadas por los ataques, que comenzaron el domingo, como Kunduz, en el norte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2001