La Junta ha analizado, desde que empezó el programa de vigilancia y control de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), el mal de las vacas locas, 17.264 muestras, de las cuales 17.714 han dado resultados negativos y 550 están pendientes de análisis. Según informó ayer la Consejería de Agricultura, desde el pasado mes de diciembre se han retirado 21.301 toneladas de harinas de carne y hueso entregadas por la industria transformadora y se han inspeccionado 1.005 establecimientos, con una recogida de 830 muestras y un volumen de piensos de 5.672.770 kilos. Además, se han adquirido 386 toneladas de bovinos de más de 30 meses a los que se les han practicado las pruebas de detección de la EEB. La Junta ha retirado y destruido 55.016 cadáveres de rumiantes de las explotaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de octubre de 2001