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Reportaje:

'¿Dónde nos han dado?'

Numerosos pasajeros del avión que cayó en el mar Negro murieron en el agua, según la investigación

'¿Dónde nos han dado?'. Eso fue lo que gritó uno de los pilotos del Túpolev-154 que la semana pasada explotó en el aire sobre el mar Negro con 78 personas a bordo. Estas palabras fueron las últimas que pronunció Yevgueni Gárov, el comandante del avión que volaba desde Tel Aviv con destino a Novosibirsk. Lo más terrible es que la mayoría de los pasajeros quedaron con vida después de la explosión y perecieron cuando los restos del Túpolev cayeron en las aguas del mar, a unos 180 kilómetros de las costas de Sochi.

Estos detalles de los primeros segundos después de la explosión los proporcionó Vladímir Zhúkov, vicedirector del Centro Automatizado de Dirección del Tráfico Aéreo del Cáucaso del Norte, en una entrevista con el periódico Kommersant. El avión pudo haber caído durante cinco minutos después de que un misil ucranio estallara a decenas de metros y antes de estrellarse en el mar, una horrorosa eternidad para los pasajeros que aún estaban con vida. 'En nuestra opinión, la mayoría de los ocupantes no murió en el aire, sino a consecuencia del golpe contra el agua. Eso es lo que se desprende de las quebraduras y roturas de los órganos de los cuerpos rescatados', dice Ígor Shipánov, miembro de la investigación.

Las últimas palabras del comandante del Túpolev avalan los datos ya obtenidos, que indican que fue un misil ucranio el que abatió por error el avión ruso de pasajeros. Anteriormente, el mariscal Yevgueni Sháposhnikov había dicho que entre los fragmentos recuperados, hay algunos 'muy parecidos a trozos de un misil S-200'. El 4 de octubre, día del accidente, las fuerzas antiaéreas de Ucrania estaban realizando maniobras en Crimea y tres o cuatro minutos antes de la catástrofe dispararon un S-200, según fue registrado por un satélite estadounidense. Teóricamente, ese misil, que erró su blanco, pudo haber volado los 270 kilómetros que lo separaban del Túpolev y haberlo destruido.

Aunque Ucrania todavía no ha reconocido oficialmente ser la culpable de la tragedia, algunos miembros del Gobierno ya no tienen dudas al respecto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de octubre de 2001