Cada año más alejados del centro de la ciudad, unos 300 simpatizantes y militantes de grupos ultraderechistas organizaron ayer el tradicional homenaje a la bandera española preconstitucional. La homenajearon en la montaña de Montjuïc, lejos de la plaza de los Països Catalans, donde lo hicieron desde la instauración de la democracia y hasta hace dos años. Las quejas de los vecinos y de una treintena de asociaciones del barrio motivaron que el año pasado los organizadores del acto se decidieran por Montjuïc, un lugar más discreto y más fácil de controlar por parte de la policía.
Los concentrados ayer iniciaron el acto cantando el himno nacional mientras hacían ondear banderas españolas preconstitucionales y de la Falange Española. En el público asistente, los jóvenes de estética skinhead se mezclaban con personas de mediana edad y ancianos.
Durante el acto, que duró cerca de una hora, tres miembros de la comisión de homenaje a la bandera, Francisco Romeu, David Abril y Norberto Pedro Pico, realizaron discursos en los que no faltaron evocaciones a la conquista española de América y elogios hacia los norteamericanos que hacen gala de un gran patriotismo después de los atentados de Nueva York y Washington. Después de los elogios, los oradores cargaron tintas contra los talibán, los izquierdistas y los nacionalismos periféricos. De esta forma, reprocharon el 'apoyo de la izquierda nacionalista al terrorismo de ETA' y denunciaron: 'En España también hay fanáticos talibán, peligrosos y terroristas que intentan destruir el edificio de nuestro país'. 'Y cada día son más fuertes', alertaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de octubre de 2001