La situación mundial está provocando una cascada de alteraciones o suspensiones de torneos ante el temor a nuevos atentados. Japón, siguiendo las directrices de su gobierno, ha cancelado su participación hoy en en el torneo de Moscú de yudo, uno de los que reúne a la élite mundial en el deporte que más domina, y tampoco estará en la reunión internacional de gimnasia masculina de Friburgo (Alemania), el día 20, previa a los Mundiales de Gante. Los japoneses decidirán el día 18 si participan en ellos, que se disputarán del 28 de octubre al 4 de noviembre en la ciudad natal belga del nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge. Japón ya había decidido no estar en los Mundiales de gimnasia rítmica que acogerá Madrid del 17 al 28 de este mismo mes.
El COI, precisamente, no está asegurado contra una posible suspensión de los Juegos, como los próximos invernales de Salt Lake City (Estados Unidos) 2002, pues ninguna aseguradora le garantiza los perjuicios.
Por otro lado, la Asociación de Tenistas (WTA) adoptó la resolución de suspender el torneo que se iba a disputar desde el día 29 en Surabaya (Indonesia), con el objetivo, según anunció, 'de garantizar la protrección de las jugadoras tras haber consultado con expertos en seguridad'.
Una medida similar tomó la Asociación de Jugadoras Profesionales de Golf (LPGA), que canceló hace unos días el torneo de Jeju (Corea del Sur) ante 'la incertidumbre reinante'.
El domingo no se correrá en París la tradicional prueba atlética de 20 kilómetros que en su 23ª edición esperaba reunir a 11.000 participantes. 'No había suficientes medidas de seguridad', han argumentado los organizadores.
La psicosis, que en el plano económico preocupa en la fórmula 1 por la posible recesión mundial, según han declarado los patrones de grandes escuderías, se concreta ya en cualquier viaje. Los jugadores, cuerpo técnico y directiva del Boca Juniors argentino, campeón suramericano de fútbol, han expresado ya su inquietud porque no quieren siquiera hacer escala en Los Ángeles, tras salir de Buenos Aires, para jugar en Tokio el 27 de noviembre la Copa Intercontinental contra el Bayern, el campeón de Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de octubre de 2001