Como a todos, parece que al fenomenal historiador Hugh Thomas también le llegan los años y con ello, por desgracia, las meteduras de pata y los errores, en algunos casos imperdonables. El otro día se permitió la comparación del movimiento anarquista español con el régimen talibán. No, por desgracia no es ciencia-ficción. Argumentó que hoy el anarquismo sería inaceptable para la sociedad, y además pronunció un cargamento de estereotipos y falacias sobre la figura de Durruti.
Claro, para él deben ser equivalentes los fines y medios de ambos movimientos. Como el trato que ambos dan a las mujeres. Recuérdese que los anarquistas, junto con el POUM, fueron los únicos en incorporar milicianas al frente en iguales condiciones que los hombres, o que Federica Montseny fue la primera ministra de toda Europa.
Para Thomas también debe ser equivalente la organización del Estado de ambos movimientos. El Gobierno teocrático y altamente jerarquizado de Afganistán no es más que un sinónimo histórico de la comuna o asamblea aragonesa entre 1936 y 1937. Claro, cómo no haberlo visto antes, gracias, señor Thomas. Para acabar, le recordaría la famosa frase de Chomsky: 'El único error de los anarquistas españoles fue que se adelantaron cuarenta años a su época'. Así que, por favor, no cometa el error que tantos han cometido con el anarquismo. Señalarlo, criminalizarlo y convertirlo en la ideología del caos, incluso cuando hacerlo está fuera de contexto. Durruti, por más que usted se obstine en afirmar lo contrario, está más próximo a cualquier obrero con ansias de libertad que a Bin Laden o al mulá Omar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de octubre de 2001