El presunto miembro de ETA Fernando García Jodrá, detenido el pasado 24 de agosto, tenía en su poder las declaraciones que habían prestado en la Audiencia Nacional el pasado mes de enero los otros dos integrantes del comando Barcelona, Liarni Armendariz e Iñaki Krutxaga, tras su detención por dos policías municipales. García Jodrá, que formaba parte de este mismo comando que asesinó al ex ministro Ernest Lluch, a dos concejales del PP y a un guardia urbano, había conseguido reconstruir el comando tras su desarticulación parcial y vivía con los miembros de la banda Unai López de Ocariz y Nerea Bengoa en la capital catalana.
Las declaraciones judiciales en manos de García Jodrá le permitían conocer al detalle las inculpaciones de los otros dos integrantes del comando y poder negar así su participación en algunas acciones en caso de ser detenido, según informó ayer La Vanguardia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de octubre de 2001