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GENTE

EL PICAPEDRERO Y SU BIBLIOTECA

RÍO DE JANEIRO

Se ha ganado con foto la primera página del prestigioso diario brasileño Jornal do Brasil. Es un simple picapedrero, al que se le ha descubierto que tiene en su casa, con garaje, en el barrio periférico de Vila da Penha, en Río de Janeiro, una biblioteca de 19.000 volúmenes que lleva tiempo poniendo a disposición de la gente del barrio sin más protocolo que escribir su nombre en un cuaderno con pastas de cartón. Evando dos Santos, casado con María José, comenzó casualmente a hacer su biblioteca. Oriundo de Aquidabá, una ciudad pobre nordestina, era un apasionado por la literatura popular, sobre todo poesía, de aquella región. Como no sabía leer se aprendía los versos de memoria. Llegado a Río como picapedrero, un pastor evangélico le enseñó a leer, y un día, demoliendo una tienda, se encontró con una pila de 50 libros arrinconados y llenos de polvo que iban a ir a la basura. Los recogió y con ellos comenzó a hacer su biblioteca. Se corrió la voz y donde había libros para tirar lo llamaban y el picapedrero iba a recogerlos en autobús. A la biblioteca le ha puesto el nombre del poeta de su tierra, Tobías Barreto, y su casa ahora es una peregrinación. Hasta organiza feijoadas (un guiso de alubias brasileño) con escritores menores y 'gente que sabe', dice. En su biblioteca, en parte desparramada por el suelo por falta de espacio, hay de todo: desde Proust a Ken Follet, pasando por el Capital de Marx. Dice que muchos no le devuelven los libros, pero que da lo mismo porque le llegan nuevos cada día. Lo cierto es que el pedrero ha conseguido hacer la única biblioteca comunitaria de Río de Janeiro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2001