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Internacional

'Estaba preparado para el fragor italiano'

Guardiola debuta con el Brescia con un empate en casa ante el Chievo (2-2)

Las 16.000 personas que, casi por completo, cubrían las gradas festejaron de pie con una ovación el anuncio de su nombre por megafonía. También Pep Guardiola estuvo al borde de la emoción. Al final del partido le preguntaron si por un momento había pensado que era la primera vez que sobre la piel no tenía la camiseta blaugrana: '...Quizá antes del inicio, pero quería estar muy concentrado, pensaba en que debía hacer un buen partido, por eso tenía que ocupar todos mis sentidos en lo que estaba por hacer'.

Futbolísticamente Guardiola mostró los argumentos que lo llevaron a ser considerado uno de los mejores del mundo en su puesto: construcción de un fútbol geométrico y preciso, salida de balón con criterio y aprovechamiento total de los espacios que deja el adversario. Desde el inicio se adueñó de la mitad del círculo central y desde allí inventó lo mejor del fútbol que tuvo su equipo, que falló a la hora de concretar y se mostró demasiado frágil en defensa. Por ello debió siempre salir a remontar el marcador.

Por dos veces el humilde pero voluntarioso Chievo se puso adelante. Guardiola estuvo en campo hasta los 18 minutos del segundo tiempo, y fue sustituido cuando el partido estaba 1-1. No jugaba desde el 24 de junio pero mientras estuvo en el campo se movió sin dificultades: ' No sufrí particularmente la fatiga -declaró- y tampoco me sorprendió el fragor de la lucha, me habían dicho antes de llegar que el calcio era así, y estaba preparado'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2001