Cuando el bueno y el malo se retan a un duelo con espadas en una película para llevarse a la chica, todo está preparado al milímetro. Hacen falta muchas horas para memorizar estas escenas. 'Lo primero es que los actores sepan coger un arma', señala Jesús Esperanza, director del centro de la federación. Este centro imparte módulos de esgrima escénica (uno de sable, otro de florete, y otro de esgrima de mano con espada y daga) de tres meses. El precio de cada uno es de 8.000 pesetas mensuales. Aunque la técnica es la misma, la gran diferencia con la deportiva es que en la escénica siempre se lucha sin careta y hay que memorizar la escena sin tocarse con el arma hasta el final: cuando el bueno mata al malo y, por supuesto, se lleva a la chica.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2001