La venta de ansiolíticos se ha disparado en Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre. Las imágenes de los dos aviones chocando contra las Torres Gemelas y luego las de su derrumbe han dejado a los norteamericanos con ansiedad, insomnio y depresión.
Los datos recopilados por una empresa farmacéutica para el periódico The Washington Post revelan que las recetas de Xanax (Alprazolan) han aumentado un 22% en Nueva York y un 12 % en Washington. Aunque no hay cifras exactas sobre el incremento a nivel nacional, datos preliminares hablan de un 9%.
De otro medicamento que comúnmente se prescribe para la ansiedad, Ativan (Lorazepan), se ha vendido un 19% más en Nueva York y un 16 % en Washington. A escala nacional el aumento es del 6,3%. Igualmente se ha elevado la venta de Valium: 14 % en Nueva York y 8 % en Washington.
Trauma nacional
Aunque todavía no hay estadísticas nacionales sobre el incremento de visitas a centros médicos, los hospitales de las principales ciudades han informado que se han visto desbordados de pacientes con síntomas de pánico o angustia. Las consultas en centros psiquiátricos también se han multiplicado. El hospital Bellevue de Nueva York, por ejemplo, ha experimentado un incremento del 30% en llamadas de emergencias psiquiátricas
Un sondeo del Pew Center for the People and the Press hecho días después de los atentados muestra cifras inquietantes. Un 71% de los entrevistados dice estar 'muy deprimido', el 49% se queja de 'dificultad para concentrarse' en sus tareas habituales y el 33 % afirma 'no poder conciliar el sueño'
En respuesta al trauma nacional, la prensa ha dejado de pasar las imágenes más crudas de los atentados y las sustituye con las del llamado nivel cero en Nueva York.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2001