El régimen afgano de los talibanes instó ayer a los comandantes de las fuerzas de la Alianza del Norte a que abandonen la resistencia y se unan a su lucha contra Estados Unidos. El mensaje fue emitido por el jefe de los servicios de inteligencia, Qari Ahmaddullah, siguiendo instrucciones del líder supremo de los talibán, el mulá Mohamed Omar. "Olvidaremos los problemas del pasado con aquellos que se unan a nosotros porque ahora nos enfrentamos a una cuestión relacionada con nuestra religión y nuestro país", manifestó Qari Ahmaddullah a la agencia afín a los talibanes, Prensa Islámica Afgana (AIP).
Las manifestaciones del jefe de los servicios de información afganos surgen cuando en las filas de Alianza del Norte, que controla cerca del 10% del país, crece el optimismo tras los avances obtenidos en su ofensiva militar gracias al apoyo financiero y militar recibido por EE UU. Qari Ahmaddullah dijo que a los comandantes que deserten de la Alianza del Norte no se les requisarán las armas que podrán seguir empuñando para luchar contra EE UU.
En sus declaraciones, el jefe de los servicios de información admitió que 150 combatientes de la norteña provincia de Sar-e-Pol, y su comandante, Abdul Haye, desertaron de las fuerzas talibanes para unirse a la Alianza del Norte.
La "verdadera guerra"
Otro portavoz de los talibanes, Suhail Shaheen, aseguró en Islamabad a la cadena de televisión NBC que la "verdadera guerra" con EE UU comenzará cuando entren tropas en Afganistán. "América está más avanzada tecnológicamente", declaró al reconocer la imposibilidad de su régimen de responder a los bombardeos. "No estamos en igualdad con América. La verdadera guerra comenzará cuando entren tropas en Afganistán", añadió al pedir de nuevo pruebas de la implicación de Osama Bin Laden en los atentados del 11 de septiembre.
Mientras, un hijo de Osama Bin Laden, Abdullah, de 18 años, ha declarado en una entrevista concedida en Peshawar (Pakistán) al dominical británico Sunday Mirror que el disidente saudí "ha desaparecido entre el paisaje" de las montañas de Afganistán donde se refugió tras el 11 de setiembre y "es invisible".
"Nunca será capturado", aseguró al explicar su padre está oculto en una cueva, rodeado de 300 seguidores y se escondió con sesenta camiones llenos de equipos de transmisión vía satélite.
"Muchas veces ha vencido a los americanos. Ahora se encuentra en el lugar más seguro del mundo. Envíen los bombarderos que envíen, la tierra afgana jamás abandonará a mi padre", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2001