El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, recorrió ayer la provincia de Pontevedra con una carpeta bajo el brazo llena de inversiones. Acompañado de su amigo Xosé Cuiña, consejero de Política Territorial de la Xunta, el ministro fue desgranando durante toda la mañana, en actos convocados por el PP en distintas localidades, anuncios de nuevos proyectos para la provincia, entre ellos, un segundo cinturón para Vigo y Pontevedra y los nuevos accesos al puerto de Vilagarcía de Arousa. La generosa jornada de Cascos concluyó con un mitin en Pontevedra junto al presidente de la Xunta, Manuel Fraga.
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A primera hora de la mañana, ya estaban Cascos y Cuiña, cabeza de lista del PP por la provincia, en Caldas de Reis, donde revelaron a los periodistas la próxima licitación de una variante que permitirá desviar el tráfico con un coste de 5.000 millones de pesetas. El ministro y el consejero corrieron luego a Vilagarcía para comunicar la noticia de que se van a construir nuevos accesos al puerto, que costarán 239 millones. Luego almorzaron en Vigo con representantes del sector del automóvil, a quienes obsequiaron con el compromiso de Fomento de que el próximo año se empezarán a gastar los 10.000 millones que costará el segundo cinturón urbano.
"Ministro excepcional"
Entre anuncio y anuncio, Cascos aportó sus opiniones al debate de la campaña. Para el ministro de Fomento, "es de sentido común" que los gallegos rechazarán la "aventura" de un pacto entre BNG y PSOE. Por la noche, Cascos aún reservó una última sorpresa para el mitin en Pontevedra, junto a Cuiña y el propio Fraga, quien tranquilizó a sus bases: "Los del 'no' seguirán donde están para el resto de su vida". Ante más de 1.000 personas, Cascos fue presentado como un "ministro excepcional", el "digno sucesor de Jovellanos", en palabras de Fraga, y recibió los más encendidos parabienes de los dirigentes locales del PP por las "grandísimas obras" prometidas. El ministro lo retribuyó con el anuncio de que los presupuestos del próximo año incluirán los estudios previos de un proyecto para que Pontevedra, igual que Vigo, disponga de una segunda circunvalación.
Pontevedra es una las ciudades donde la convivencia del alcalde del BNG con sus aliados del PSOE no ha resultado fácil. Esa circunstancia facilitó a los oradores los ataques a un hipotético acuerdo entre nacionalistas y socialistas. El más duro fue Cuiña. "El lema del BNG es destruir todo lo que ha hecho Fraga: las autovías, los puertos...".
Sobre lo que se le puede venir encima a los gallegos si el PP pierde la mayoría, ya había avisado el día anterior el propio presidente. "Os pido que nos deis el triunfo, no por mí ni por el PP, sino por Galicia. Y si perdemos, luego que no venga nadie quejándose".
Quienes se quejaron ya ayer fueron los trabajadores de TVE, pero por el relevo del realizador que retransmitió la pegada de carteles en la que unos alborotadores lanzaron huevos a Fraga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de octubre de 2001