Que un negocio no disponga de hojas de reclamaciones es algo imperdonable, pero que no las tenga un establecimiento con un servicio penoso y un departamento de servicio de atención (?) al cliente lento, ineficaz e incompetente de la zona comercial de Alcorcón, es aprovecharse.
Nos han mentido, manipulado y engañado. Por su culpa hemos desperdiciado dos días enteros, y hemos tenido que sufrir casi mil kilómetros de carretera con su correspondiente gasto -venimos de Extremadura- para nada. Y si luego nos dicen que no disponen de hojas de reclamaciones -'porque el Ayuntamiento de Alcorcón no nos las proporciona', textualmente-, se pueden ustedes imaginar nuestra indignación y malestar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de octubre de 2001