El Parlamento de Brasil ha reactivado un proyecto de ley, que llevaba empantanado desde 1999, para permitir a las personas jurídicas extranjeras ser propietarias de medios de comunicación. Hasta el día de hoy, Brasil no permite al capital extranjero invertir en ese sector. Lo impide la Constitución.
Desde hace seis años se intentaba aprobar una ley para obviar el impedimento, pero quedó parada. Se oponían tanto los grandes grupos de comunicación como algunas formaciones políticas que veían en la entrada de capitales extranjeros una pérdida de autonomía nacional y un peligro para la libertad de expresión.
La propuesta de enmienda constitucional había sido ya aprobada en una comisión especial de la Cámara de Diputados, pero su tramitación se interrumpió en 1999. Ahora, el Senado ha decidido acelerar los tiempos. La semana pasada se celebró una reunión en la Comisión de Educación del Senado con responsables de federaciones y asociaciones de empresas y de los trabajadores del sector. 'Esta materia es muy importante y no merecía haber estado parada', comentó Ricardo Santos, presidente de la comisión.
Si la ley fuera aprobada se permitiría por primera vez en Brasil que personas jurídicas, constituidas de acuerdo con las leyes brasileñas y con sede en el país, pudieran ser propietarias de empresas de diarios, revistas, cadenas radio o emisoras de televisión. La constitución actual decreta que sólo las personas físicas pueden ser propietarias de tales empresas. Las personas jurídicas podrán tener hasta un 30% de las acciones, aunque sin derecho a voto. Para las emisoras de radio y televisión la participación queda limitada al 30% del capital total y con derecho a voto. Hasta dicho límite no habrá restricciones al capital extranjero.
Para Murílio de Aragão, vicepresidente de la Asociación Nacional de Editores de Revistas (Aner), la posibilidad de que las empresas de comunicación brasileñas puedan recibir inversiones extranjeras 'será la redención para la mayoría de ellas'. En su opinión, los fondos de inversión extranjeros y nacionales serían los mayores interesados en dicho negocio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de octubre de 2001