- INGREDIENTES. ¼ de kilo de harina de repostería, 2 huevos grandes, 1 vaso de los de vino de aceite de oliva, 3 cucharadas soperas de azúcar, una cucharada de las de café de levadura en polvo, 1 copita de anís, 1 cucharada de las de café de ajonjolí, un pellizquito de sal.
- PREPARACIÓN. Se tamiza la harina con la levadura en polvo en un cuenco grande. El aceite se pone a calentar en una sartén, sin dejar que humee para que no se queme, y, una vez retirado del fuego, se fríe en él la cucharada de ajonjolí. Una vez que se haya enfriado (puede estar tibio, pero no caliente), se mezcla con la harina, los huevos, el azúcar, la sal y la copita de anís. Se trabaja la masa, que debe tener consistencia (si hace falta, se añade harina para que sea más moldeable) y se deja reposar tapada con un paño durante un cuarto de hora. Pasado este tiempo, se engrasa una fuente de hornear y se van formando las tortas, que deben quedar finitas. Se colocan en la fuente de horno, se espolvorean de azúcar y se precalienta el horno durante 10 minutos a 180 grados. Se introduce una bandeja engrasada con tortas y se hornean hasta que estén doradas. Si no se van a consumir de inmediato, conviene envolverlas en papel encerado y guardarlas en una caja limpia y bien seca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de octubre de 2001