La comisión ejecutiva de UGT asegura que 'no son razones organizativas' las que llevan al sindicato a rechazar la reforma, como ha argumentado el presidente del Gobierno, José María Aznar. Para la central, el desacuerdo proviene 'de la completa incompatibilidad del sistema de negociación colectiva que se propone con un modelo equilibrado de relaciones laborales, y con la preservación del derecho y la capacidad de las organizaciones sindicales y empresariales para regirla que nos atribuye la Constitución'.
En su análisis del tercer borrador del Gobierno, la UGT asegura que en él hay una eliminación práctica de la eficacia general de los convenios sectoriales en las materias más importantes, como son la fijación del salario y la organización del tiempo de trabajo, los periodos de descanso o las vacaciones.
En contra del modelo que defiende el sindicato, muestra su desacuerdo con la asignación de forma imperativa de la mayor parte de materias a tratar en los convenios, así como 'la eliminación en buena medida del papel de los convenios sectoriales intermedios', provinciales y regionales, lo que a su juicio dejará sin cobertura a millones de trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de octubre de 2001