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Los primeros análisis en España no detectan ántrax en las cartas

El hallazgo de dos sobres sospechosos en un vuelo a Londres retrasa su salida de Valencia

Los primeros análisis de los polvos contenidos en sobres sospechosos recibidos en los últimos días por diversas empresas, organismos, instituciones y personas en España no han detectado la presencia de bacterias de ántrax (carbunco), aunque en la mayoría de los casos se está a la espera de los resultados definitivos. Aun tratándose de falsas alarmas, la policía ha abierto diligencias contra los autores de los envíos, por si fueran constitutivos de delito.

La psicosis generada por los paquetes sospechosos hizo que un avión de Iberia retrasara ayer una hora su salida del aeropuerto de Manises (Valencia) al negarse el comandante a despegar hasta que fueran retirados dos sobres con remitente de Tel Aviv (Israel) que se hallaron en la cabina del pasaje sin que nadie supiera explicar cómo habían llegado allí. El avión, que procedía de París y había hecho escala en Madrid, salió finalmente con destino a Londres, tras remitirse los sobres a Madrid para su análisis.

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, ha ordenado que los técnicos del laboratorio militar de La Marañosa, centro de referencia para el análisis de todos los envíos sospechosos, trabajen a jornada completa y reciban muestras durante las 24 horas del día, según fuentes de su departamento, para evitar que se prolongue innecesariamente la incertidumbre. Los técnicos de Defensa trabajan provisionalmente en un laboratorio del INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, al encontrarse en obras las instalaciones de La Marañosa.

Los análisis de sustancias sospechosas han dado resultado negativo en el 80% de los casos. Los primeros sobres que generaron alarma, recibidos el lunes, tenían como destinatarios a un médico de A Coruña y a un empleado de la sede de la empresa Siemens en Tres Cantos (Madrid).

A falta de confirmación definitiva, la sustancia sospechosa era almidón o talco. Tres de los sobres estaban anoche pendientes de pruebas suplementarias.

El miércoles por la noche, pocas horas después de que se recibiera en la sede de EL PAÍS un envío sospechoso, empleados de Correos interceptaron en la central de distribución de Chamartín (Madrid) dos sobres con polvos en su interior cuya dirección en un caso, y el remite en otra, se correspondía con directivos de este periódico. La policía confirmó los hechos en la mañana de ayer a requerimiento de este diario, que los conoció directamente de fuentes de Correos.

El director general de la Policía, Juan Cotino, aseguró que se están investigando todos estos envíos con el objetivo de identificar a los autores y ponerlos "más pronto que tarde" a disposición judicial. Hasta ayer había sido detenida una persona en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) por remitir dos sobres con harina a la cooperativa agrícola local.

La Policía está abriendo en todos los casos diligencias por un presunto delito del artículo 561 del Código Penal, que castiga con seis meses a un año de cárcel a quien, "con ánimo de atentar contra la paz pública, afirme falsamente la existencia de artefactos explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto".

El presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, calificó de "gamberrada" las cartas con polvos enviadas a las consejerías de Trabajo, Economía y Agricultura. Todas las personas expuestas a estas sustancias han debido someterse a un tratamiento preventivo con antibióticos. Entre ellas, algunos agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado que custodian la Embajada de EE UU en Madrid, donde también se recibió una carta sospechosa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de octubre de 2001