El Gobierno canadiense ha adoptado esta semana la legislación antiterrorista más restricitiva de su historia. Se autorizan las detenciones preventivas y se amplía la vigilancia electrónica. Asimismo se elimina el derecho de los sospechosos a no declarar durante una investigación para evitar la autoincriminación.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de octubre de 2001