Rodeado de sus amigos, los mismos que han escrito el libro que edita la Mostra como complemento al homenaje que le rinde el festival, Jaime de Armiñán afirmó ayer sentirse 'avergonzado por tantas loas'. 'Siempre que a uno le hacen un homenaje siente miedo, porque piensa que, como se dice ahora, le quedan dos telediarios', afirmó entre irónico y divertido el director madrileño en la presentación de Jaime de Armiñán y su mundo, una obra recopilaroria de artículos escritos por diferentes profesionales que, de una manera u otra, han tenido vinculación con él.
En el Museo de la Ciudad se encontraban arropando al realizador de Mi querida señorita o El nido Manuel Hidalgo, Alfonso Rivera, Manuel Vidal y Juan Carlos Eguillor. Sólo faltaban Fernando Márquez 'El Zurdo' y Enrique Llovet para completar la nómina de autores de un libro 'hecho desde la amistad y el cariño', como lo definió Juan Francia, presentador del acto.
Y, como acto de amistad, cada autor aportó su arte en el libro y su opinión en la presentación para retratar a 'un carácter juvenil, salvaje y punky', según la descripción que de él hizo el periodista Alfonso Rivera. El dibujante Juan Carlos Eguillor, colaborador en varias de sus películas, aporta al libro un cómic casi naïf con referencias a su particular universo. El escritor Manuel Hidalgo, que en el libro hace un repaso sobre la vida y la obra del director, destacó la capacidad de Armiñán para 'captar lo mágico, como si la realidad no le bastara'. Y el guionista y crítico taurino Manuel Vidal recordó la vinculación del realizador con el mundo de los toros y el hecho de que 'a partir de Juncal, muchas de las frases de la serie pasaron a formar parte del lenguaje cotidiano, porque Armiñán convierte el lenguaje en obra de arte'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de octubre de 2001