Plazas, bares, museos, galerías de arte y talleres de artesanía del barrio barcelonés de la Ribera, además de su monumento religioso más emblemático, la basílica de Santa Maria del Mar, se llenaron ayer de música en la sexta edición del Festival Ribermúsica, que desde el vienes y hasta hoy acoge un aluvión de conciertos en 125 espacios del barrio. En el festival están representados todos los estilos, desde la charanga a la música clásica, del flamenco a la salsa; la única condición es que la música se adecue al espacio. Las músicas más movidas, en los bares y plazas, y jazz, músicas del mundo, canción y música clásica en las tiendas, galerías de arte, iglesias y museos, como el Picasso, en la foto, donde los visitantes se ha visto gratamente sorprendidos al encontrar un grupo tocando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2001